Sacado del artículo de "Ori Mandinga!" del 10/08/2007
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Fue a partir de entonces cuando empezamos a conocer detalles de la vida de Juanito Echegaray. El comienzo de la guerra se incorporó a las fuerzas que defendían los accesos a Irun. Actuó en más de una ocasión con gran coraje dando pruebas de una audacia que rozaba la temeridad.
Terminada la batalla de Irun, siguió peleando en diversos frentes. Si a su valor se une la posesión de una cultura más que estimable, entre la que se halla el conocimiento a fondo de tres idiomas, no tiene nada de especial que obtuviera sucesivamente varios grados en el mando de tropas hasta alcanzar uno que le dejaba muy cerca de los más altos. Hecho prisionero, y pasando por las vicisitudes habituales, vuelve a Irun.
Alguien que le conocía muy de cerca por haber trabajado en la misma agencia de aduanas le lleva consigo. Se trata del italiano Renato Grilli, apoderado general de la agencia antes de la guerra, que es propietario de una pareja de barcos pesqueros con base en el puerto de Cádiz. Y allí van el italiano y el irunes, éste con su esposa Ascensión Heras, para ocuparse de la parte comercial del negocio.
Digamos que, sabedores los ingleses - estamos en plena Segunda Guerra Mundial- de que los barcos son propiedad de un súbdito italiano, unidades de guerra inglesa hunden los dos pesqueros del armador italiano. Juanito vuelve a su pueblo y llega el año 1944, en el que se escribirá el último capítulo de la vida de Juanito Echegaray Martiarena.
A últimos de agosto de ese año las tropas alemanas abandonan la frontera del Bidasoa dirigiéndose hacia el interior de Francia antes de que las divisiones americanas les corten la retirada. Libre de alemanes, la zona entre Hendaya y Saint-Jean-Pied-de-Port es ocupada por el Maquis, en el que hay varios iruneses. Empujado o inducido por sus ideas políticas, siempre muy recias, se les une Juanito Echegariay, que cruza el río por San Miguel.
En el mes de Octubre de ese año comienzan las operaciones bélicas en gran escala de los guerrilleros en varias zonas de la frontera pirenaica. El tramo entre Endarlaza e Irun es uno de los elegidos para las incursiones guerrilleras, pero también es uno de los mejor defendidos. Fuerzas de la Guardia Civil, en una pirmera línea junto al río, y tropas del Ejército, vivaqueando en las colinas próximas, van a hacer frente a los guerrilleros. Entre esyos se encuentra Juanito Echegaray.
Es el 5 de Noviembre de 1944, hacia las diez de la noche, cuando al frente de una unidad atraviesa el Bidasoa por las proximidades de Lastaola e inmediatamente se inicia un tiroteo de fusiles y pistolas ametralladoras. Después de varias horas de intensa lucha, Juanito queda aislado, pero sigue defendiéndose con gran valor hasta que hacia la una de la madrugada, ya cercado, es difinitivamente abatido.
A la mañana siguiente, su cadáver será recogido por empleados municipales que lo trasladarán en camión al cementerio. Inashio Arruabarrena, de Alunda, está al volante del vehículo municipal. El documento que tenemos delante, extendido en 6 de Noviembre de 1944 dice que "Juan Echegaray murió en acción de guerra". Lo firma el comandante militar de Irun. Es, sin proponérselo, el reconocimiento al comportamiento de una valiente. Le faltaba poco más de un mes para cumplir los 30 años.