Asociación Republicana Irunesa
"Nicolás Guerendiain"
Defensa de los valores republicanos y la recuperación de la memoria histórica

El burro dinamitero

Si hay algo que no debe tomarse en broma es una guerra civil, y, sobre todo una guerra civil con la nuestra. Pero en ocasiones hay algunos lances, dentro del especial dramatismo de la lucha, casi siempre cruenta, que pueden ser comentados bajo un ángulo, sino festivo, si forrados de una cierta ironía. Estamos en los primeros días del mes de agosto de 1936. Las líneas defensivas republicanos en las montañas irunesas son débiles y mal articuladas. Mal que bien se ha conseguido organizar una línea bastante rudimentaria desde Pagogaña a Pikoketa, pasando por Erlaiz y las estribaciones de las Peñas de Aya. Los combatientes republicanos, compuestos especialmente por socialistas y anarquistas, están mal armados y peor municionados.

Unos 250 hombres, entre ellos 50 iruneses, se encuentran en aquella avanzadilla. Junto a ellos unos quince carabineros que componen la guarnición de lo que, con excesivo optimismo bélico, se conoce como Pagagoña. Es en realidad, un cuartel de carabineros, cuerpo, que por cierto se ha mantenido leal a la República. En lo que llamaremos fuerte hay un pequeño cañón Sneider. Erlaiz es una especie de portillo por el que las tropas atacantes pueden descolgarse sobre el casco urbano irunés. Hasta ese momento no ha habido mas que escaramuzas con algunos heridos y muertos por las dos partes y 3 requetes que han sido hechos prisioneros y conducidos al Ayuntamiento de Irun. Desde las posiciones republicanas pueden observarse como, las tropas atacantes, dirigidas por el coronel Beorlegui y el teniente coronel Ortiz de Zárate, están transportando tropas y pertrechos entre San Antón y Arichulegui. Son los preparativos para el ataque a Erlaiz.

Foto de un burro

Los republicanos, como se dice, no cuentan con medios suficientes para iniciar un ataque y cortar aquella vía de comunicación. Se intenta utilizar el cañón Sneider pero su sistema de dirección de tiro no funciona. Si hay algo que aguza el ingenio son las necesidades que se presentan en la guerra donde está en juego la supervivencia de cada uno. Uno de los iruneses que se encuentra entre los defensores de Erlaiz comenta que en Irun hay un burro propiedad de un ciudadano muy de izquierdas, y muy idealista, al que se conoce como, el "Paisano". Se trata de un gallego que lleva viviendo en Irun muchos años. Trabaja como mozo de cuerda en la estación del Norte - la RENFE de hoy- y el burro lo utiliza para transportar maletas y otros bártulos. El animal es muy popular entre los iruneses, y, es que en más de una ocasión ha dado pruebas de gran inteligencia. Por ejemplo, maniobraba para no desprenderse de las maletas que transportaba si se daba cuenta de que su propietario se mostraba reacio a pagar al "Paisano" el precio del transporte.

Así es que el irunés que estaba en Erlaiz llegó pronto a la estación del Norte y sin mucho esfuerzo convenció al "Paisano" - repetimos: éste era un idealista y fervoroso republicano- para que su jumento fuera utilizado en determinada acción de guerra. La acción consistía en colocar sobre el burro una potente carga de dinamita, encender una mecha de duración calculada, y azuzándolo, dirigirlo hacia un pinar próximo a Pagogaña en el que había una posición de las tropas atacantes que dominaba peligrosamente todo el perímetro defensivo. Dicho y hecho. El burro, convenientemente aguijoneado, salió disparado hacia la posición enemiga mientras la mecha se consumía en un chisporroteo ruidoso y aparatoso. Esto desconcertó completamente al burro del "Paisano", que de pronto volvió sobre sus pasos dirigiéndose hacia las líneas republicanas. A unos cuarenta metros de ellas se consumía la mecha mientras un estallido enorme lanzaba por los aires al despedazado burro. Ya escribimos que el propietario del asno era un idealista. Quedó bien probado al desprenderse, ¡y en qué circunstancias!, de lo que era su herramienta de trabajo. Del burro dinamitero se habló en Irun durante mucho tiempo. También se habló de alguién que al ver que el animal volvía poligrosamente sobre sus pasos tomó a toda velocidad el camino de Erlaiz en dirección a Ibarla.

Barmancito

Sacado de la revista ORI MANDINGA!