La Segunda República fue uno de los periodos más intensos de la historia de España. El país experimentó en este periodo un apasionante florecimiento cultural en el terreno de las artes, de la literatura y en el campo de las ideas. Coincidió además con el origen de un nuevo tipo de prensa que renovó las publicaciones tradicionales consolidadas con otras de nueva creación. En este contexto, la fotografía significó una expresión más en el conjunto de las manifestaciones culturales. Todo ello contribuyó a potenciar el papel de los reporteros gráficos, dando lugar a la aparición de grandes fotógrafos.
Hemos recogido una selección de imágenes que muestran los principales momentos de estos intensos años en la vida de España, así como escenas de la vida cotidiana: los deportistas, el auge de la aviación, las mujeres en las calles haciendo valer por primera vez sus derechos, las escenas rurales que parecen al margen de los intensos cambios de los ámbitos urbanos… Muchas de las imágenes nos muestran los momentos clave de los acontecimientos políticos que iban a desembocar en la Guerra Civil: la abdicación de Alfonso XIII, grupos de manifestantes enarbolando la bandera republicana, votantes ante el colegio electoral, Manuel Azaña elegido presidente, Francesc Masiá proclamando la República, la huelga general en Asturias, la quema de iglesias, los sangrientos sucesos en Casas Viejas y Castilblanco, la expulsión de los jesuitas o el júbilo del Frente Popular tras las elecciones….
La fotografía empieza a proyectar personajes y escenarios que antes habían sido inaccesibles, cubriendo los principales acontecimientos que la prensa recogía para el gran público. Pero también es cierto que no todos los reporteros se centraron en captar esos grandes momentos o los retratos oficiales, sino aquellos instantes de la España de la Restauración más cercana y más real, escenas que casi pasan a formar parte del olvido de no haber sido por el trabajo de los fotógrafos populares que se encontraban repartidos por toda la geografía española. La trayectoria de estos reporteros no mantiene una relación estable con la prensa gráfica, algunos de ellos tan sólo lograron publicar ciertas imágenes en los periódicos locales y regionales de forma esporádica y ocasional. Son los denominados fotógrafos de pueblo, retratistas de rostros anónimos que consiguen conservarlos para la historia, de las escenas cotidianas que finalmente resultarán decisivas para conformar la memoria fotográfica en España. Son instantes que hoy nos sorprenden y nos conmueven porque en su modestia y sencillez reside toda su fuerza, fotografías de aquellas gentes anónimas y entregadas, que posaban ante la mirada atenta de los modestos profesionales de provincia. Escobar, Agustí Centelles, Alfonso, Brangulí, Santos Yubero, Díaz Casariego, Pérez de Rozas o Antoni Campañà fueron los fotógrafos del momento. Todos se beneficiaron del ambiente de libertad y de apogeo social y cultural, pero también de los avances técnicos de la época haciendo uso de las nuevas cámaras de 35mm, y contribuyendo con ello a poner las bases del fotoperiodismo moderno.
De entre los constantes y variados motivos de atracción que ha generado, y sigue hoy generando, un acontecimiento tan decisivo para la reciente historia de España como es la guerra civil de 1936-1939, no es menor ni despreciable la imagen del conflicto que ha llegado hasta nuestros días a través de la fotografía. El recuerdo de los desastres de la guerra, de un conflicto que fracturó a la sociedad española, no habría llegado de forma tan nítida a nuestro presente de no ser por la seducción y el impacto que la imagen fotográfica ha causado en la mirada de los españoles.
Son imágenes que muestran, no la inmovilidad de lo acontecido sino la continuidad de los presentes sucesivos, escapando de ese espacio imaginario que es el pasado. A España llegaron, con la ilusión y el deseo de que su trabajo contribuyese a ganar la guerra para la República, fotógrafos de la categoría de Robert Capa. Sus fotografías nos descubren con aparente facilidad, la profundidad con la que la fotografía, el reportaje, puede mantener auténticamente vivo un instante, una época, gentes o lugares donde podemos adentrarnos e incluso sentirnos partícipes o simplemente emocionarnos.
También llegaron otros reporteros como Gerda Taro, Reisner o Namuth pertenecientes a la revista Vu, David Seymour que trabajaba para Regard o Life, y Walter Reuter, entre otros; Tanto unos como otros se alistaron en los servicios de propaganda de la República, apostando claramente por su causa y, gracias a la labor de denuncia que sus reportajes transmitían en el exterior, se facilitaba la necesaria cobertura para poder realizar su trabajo. Con diferente motivación y compromiso se expresa el trabajo de los fotógrafos extranjeros que asistieron al bando sublevado, pues sus fotografías no alcanzan igual calidad que la de sus homólogos republicanos, al revelarse como frías y distantes de los acontecimientos.
Del 25 de marzo al 6 de abril
El martes 25 de marzo a las 19:30 horas en la Sala de Exposiciones de la Caja Laboral.
Horario: